viernes, 25 de octubre de 2013

Expansión y "decadencia" de Europa


La unificación de las dos Alemanias, la transformación de las Comunidades Europeas en la Unión Europea y su expansión hacia los países del este en transición al capitalismo, convirtieron a Europa, ya sin el adjetivo de occidental, en un "gigante económico", cuya divisa, el euro, equilibró eficazmente el anterior monopolio del dólar en los mercados monetarios internacionales. No obstante, la incapacidad demostrada por los países miembros para profundizar las partes no económicas de la unión, y la falta de coordinación exterior la dejaron como un "enano político", a pesar de su crecimiento burocrático e institucional (Tratado de Lisboa, 2007). La iniciativa en los foros internacionales y en las intervenciones militares siguieron dejándose en manos de los Estados Unidos, como mucho coordinados a través de la OTAN, incluso para conflictos en el mismo corazón del continente, como las guerras yugoslavas. El Reino Unido mantuvo recelos euroescépticos a la mayor parte de las políticas integradoras, así como su relación preferencial "transatlántica" con la superpotencia americana. En ausencia de una única autoridad común, el denominado eje franco-alemán, mantenido por los líderes de ambas naciones más allá de las personas o partidos que fueron sucediéndose en el poder, funcionó como el más evidente núcleo de poder decisiorio en Europa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario