Por
definición sería “Un sentimiento que estaba dentro de todos los miembros de la
comunidad nacional”
Como
sentimiento reaccionario, se forja contrapuesto a los intereses e ideas
liberales: el primer nacionalismo romántico surge en el último tercio del s.
XVIII contra el pensamiento ilustrado. Algunos sectores de la sociedad están en
contra del pensamiento ilustrado y su posterior Revolución Liberal, y
utilizarán el nacionalismo como recurso de autodefensa. (Así, en su origen, el
romanticismo es reaccionario, aunque en su desarrollo tendrá abanderados de
todos los signos).
En
cuanto al concepto de Nación, es sustancialmente diferente al nacionalismo
jacobino:
N.
jacobino: entiende nación como un derecho meramente administrativo; nación
burocrática.
N.
Romántico: “la nación como un alma”, la nación no es una creación artificial
humana, sino algo legado por la tradición; es un sentimiento que engloba a
todos los hombres y trasciende a nuestras acciones.
En
este sentido, la espiritualidad que mueve los actos humanos se manifiesta en:
·
La Lengua: manifestación más clara de la nacionalidad porque
demuestra la unión de la comunidad a través de las generaciones.
·
La tradición literaria; el folclore...: significan el
mantenimiento de la tradición, y la permanencia de la nacionalidad.
Así,
no es de extrañar que a lo largo del tiempo se hayan llevado a cabo importantes
estudios folcloristas en el País Vasco y en Cataluña.
Uno
de los pensadores del nacionalismo romántico es HERBER, quien decía: “La nación
es un producto biológico de la herencia común de una misma raza; una lengua y
una historia comunes.” Se basa para ello en “El espíritu del pueblo” de
VOLKEST, según el cual, el espíritu de la nación se manifiesta en las
tradiciones: lengua, literatura, música.
Por
tanto, la diferencia entre las naciones no residiría en la estructura
sociopolítica, sino en las costumbres; es decir, en la CULTURA.
Para
justificar este tipo de nacionalismo, se hacen estudios folclóricos (que analizan componentes
culturales en los que se basan dichos nacionalismos románticos), y estudios
históricos, basados en datos empíricos.
·
Los estudios folclóricos se han basado en ciertos aspectos
culturales muy importantes, pero el que más controversia ha suscitado ha sido
LA LENGUA: elemento de singularidad que demuestra los lazos de la comunidad.
La
lengua como signo de la esencia de la nación, llevará a Herber a una llamada a
la “lucha cultural”: preservación de la ideas, dialectos y tradiciones, como
forma de preservar la propia comunidad. Su ideal es la convivencia pacífica de
todas las nacionalidades y comunidades humanas. Así pues, el hacer la guerra es
patrimonio sólo del Estado, mientras que las naciones sólo desean la paz.
Herber
no era un reaccionario, pues perseguía la “lucha” tan sólo en el plano
cultural. Sus ideas se extendieron por toda Europa con especial acogida en
Alemania y Europa del Este; pero antes incluso de que surjan los primeros movimientos
nacionalistas y la lucha política, emergerán diferentes movimientos de
afirmación cultural. Por ejemplo: el Resorgimento en Italia; Renayement en
Cataluña; o Euskalerriakos en el país Vasco.
·
Junto con los estudios folclóricos también surgen los estudios
históricos. La ciencia histórica debe mucho al interés que despierta el
romanticismo por la tradición. La más beneficiada por dicho interés será la
Historia de la Edad Media, gracias al estudio del sacro-imperio
romano-germánico; la tradición del principado catalán, etc.
El
derecho también
se verá afectado por esta corriente. El liberalismo propugnará la igualdad
jurídica y los códigos únicos, mientras que para los románticos, la ley y el
derecho deben poseer una continuidad marcada por la Historia, es decir, las
leyes surgidas de la nada son inaceptables, pues éstas se han mantenido a o
largo del tiempo y de la Historia mediante un proceso acumulativo en función de
su validez; el derecho se ha adaptado a las necesidades reales de cada
comunidad durante siglos.
En
definitiva, el Romanticismo se planteará en sus inicios como novedad o lucha
cultural.
FITCHE
(profesor de la universidad de Berlín) con sus “Discursos a la Nación Alemana”,
se plantea ofrecer a los alemanes una serie de ideas que les permita resurgir
como pueblo o nación. Apelará abiertamente a postulados románticos
identificando la nación con la lengua (son alemanes todos los que hablan
alemán) y los encaminará a la unión:
para que la nación sea grande debe estar unida no sólo culturalmente sino
también políticamente. Otra idea que será también muy importante será el “Destino Histórico”: con el desarrollo del colonialismo, se
deberá extender la cultura germánica por todo el mundo; este es su destino.
(Al
Destino Histórico la escuela norteamericana lo denomina Destino Manifiesto).
Para
el nacionalismo romántico, la nación forma un todo orgánico, que es común a
todos los ciudadanos en general, pues todos se reconocen en ella.
·
Los
nacionalismos románticos rara vez aparecen en estado puro en la práctica, en
realidad se produce una mezcolanza entre ambas corrientes: la de Europa
Occidental con un nacionalismo liberal que deriva hacia la irracionalidad del
romanticismo, y la de Europa Oriental, con un nacionalismo romántico que
finalmente se materializa en un nacionalismo liberal.
En
el caso de los países de Europa occidental donde surge el nacionalismo liberal,
en una primera fase, es lógico que se refuerce la idea de nación para abolir
las instituciones del
Antiguo
Régimen y lograr el apoyo popular; siendo suficiente el discurso racional del
liberalismo y su concepto de nación como entidad jurídico administrativa; pero
una vez consolidado el sistema liberal, aparece una contradicción interna que
les hace recurrir a argumentos más irracionales: ese modelo de Estado neutral
que engloba a todos, en realidad esconde enfrentamientos de clase que hacen que
se tambaleen sus cimientos, pues una clase dominante estructura el Estado en
base a sus intereses y no al bien común. Para tapar esa contradicción se usan
elementos del nacionalismo romántico que engloba a todos, pero desde la
irracionalidad, argumentando sentimientos, destino histórico, y... un
enemigo común: los enfrentamientos internacionales en
materia económica y militar entre las burguesías de cada país, se disfrazan de
conflictos nacionales de manera que, quienes no tenían a priori “razones” para
participar del enfrentamiento, cumplen con los “intereses nacionales” debido a
la identificación nacional irracional que aporta a la causa el nacionalismo
romántico.
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